Métodos para tratar la adicción a opioides en mujeres embarazadas
La adicción a drogas en mujeres embarazadas es un tema serio y muy preocupante. Si al estar en gestación la mujer consume de forma constante drogas con potencial de abuso, sus bebés podrían nacer siendo adictos y exhibiendo otras dificultades. Las mujeres embarazadas que utilizan heroína, por ejemplo, pueden experimentar seis (6) veces más complicaciones obstétricas (Keegan et al., 2010).
Entonces, estos bebés ¿no tienen la posibilidad de culminar con la adicción adquirida? La abstinencia total de la droga opioide no es recomendada debido a que los síntomas de retirada podrían ser muy agresivos para el feto y podría hasta ocasionarle la muerte. Es por esto que se ha recomendado a mujeres embarazadas adictas a opioides a comenzar un tratamiento de metadona. La metadona es recomendada debido a que disminuye los síntomas de retirada ayudando así en la lucha contra la adicción a la droga en uso (Keegan et al.). Debido a que la media vida de la metadona es de alrededor de 24 horas (Meyer & Quenzer), esto disminuye el potencial de abuso de esta droga.
No obstante, el llevar a cabo este tratamiento debe ser bajo la supervisión de un médico que examine constantemente la salud del feto. Una vez nace el bebé y se trata por profesionales de la salud, sus dosis de metadona (Keegan et al.), u otro medicamento opioide como la morfina (Jansson et al., 2009), irán disminuyendo al pasar el tiempo. Este bebé en rehabilitación se deberá mantener en todo momento bajo cuidado profesional. Se le recomienda a la madre que en ese tiempo busque ayuda para lograr una rehabilitación completa debido a que el bebé no debe recibir ningún tipo de opioide vía leche materna, por más mínimo que sea, una vez logra ser desintoxicado y rehabilitado (Keegan et al.).
El uso de metadona en mujeres embarazadas como tratamiento ha sido criticado debido a resultados clínicos adversos en los recién nacidos. Los fetos expuestos a metadona son muy propensos a desarrollar el síndrome de abstinencia neonatal (NAS, por sus siglas en inglés) mientras más alta fuese la dosis administrada (Jones et al., 2010). Además, en una investigación realizada por Wouldes & Woodward (2010) demostró que los bebés expuestos a altas dosis de metadona (mayor a 58 mg/día) durante su periodo de gestación en el vientre materno pesaban menos, la circunferencia de sus cabezas y su tamaño corporal eran menores, eran más propensos a nacer prematuramente y tenían un mayor riesgo a desarrollar problemas neurológicos.
Tomando en cuenta estos resultados, el uso de metadona durante el embarazo no es un tratamiento muy atractivo. Es por esto, y por la escasez de métodos en contra de la adicción para mujeres embarazadas, que se ha continuado investigando nuevos tratamientos en búsqueda de ayuda a estas madres y sus bebés. Buprenorfina, un agonista de receptores mu y antagonista de receptores kappa, es efectivo para tratar la dependencia a opioides. El uso de esta droga disminuye el riesgo de sobredosis. Los estudios realizados por Jones et al. demostraron que el uso de buprenorfina durante el embarazo disminuye la severidad de NAS en los recién nacidos, en comparación con metadona, y su estadía en el hospital para el tratamiento fue significativamente menor debido a que éstos requerían menor cantidad de morfina en su tratamiento. Sin embargo, no se encontraron diferencias significativas en el tamaño del bebé, la circunferencia de sus cabezas y la cantidad de bebés que nacían con NAS.
Como dato interesante, en un estudio se encontró que la lactancia, adicional al tratamiento para el NAS, contribuía a la reducción del tiempo que el infante estaba recluído en el hospital (Pritham et. al., 2012).
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Jansson, L. M., Velez, M., & Harrow, C. (2009). The opioid exposed newborn: assessment and pharmacologic management. Journal of opioid management,5(1), 47.
Jones, H. E., Kaltenbach, K., Heil, S. H., Stine, S. M., Coyle, M. G., Arria, A. M., O’Grady, K. E., Selby, P., Martin P. R. & Fischer, G. (2010). Neonatal abstinence syndrome after methadone or buprenorphine exposure. New England Journal of Medicine, 363(24), 23202331.
Keegan, J., Parva, M., Finnegan, M., Gerson, A., & Belden, M. (2010). Addiction in pregnancy.Journal of Addictive Diseases, 29(2), 175191.
Meyer, J. S., & Quenzer, L. F. (2013). Psychopharmacology: drugs, the brain, and behavior (2nd ed.). Sunderland, Mass.: Sinauer Associates.
Wouldes, T. A., & Woodward, L. J. (2010). Maternal methadone dose during pregnancy and infant clinical outcome. Neurotoxicology and Teratology, 32(3), 406413.
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El uso de metadona en mujeres embarazadas como tratamiento ha sido criticado debido a resultados clínicos adversos en los recién nacidos. Los fetos expuestos a metadona son muy propensos a desarrollar el síndrome de abstinencia neonatal (NAS, por sus siglas en inglés) mientras más alta fuese la dosis administrada (Jones et al., 2010). Además, en una investigación realizada por Wouldes & Woodward (2010) demostró que los bebés expuestos a altas dosis de metadona (mayor a 58 mg/día) durante su periodo de gestación en el vientre materno pesaban menos, la circunferencia de sus cabezas y su tamaño corporal eran menores, eran más propensos a nacer prematuramente y tenían un mayor riesgo a desarrollar problemas neurológicos.
Tomando en cuenta estos resultados, el uso de metadona durante el embarazo no es un tratamiento muy atractivo. Es por esto, y por la escasez de métodos en contra de la adicción para mujeres embarazadas, que se ha continuado investigando nuevos tratamientos en búsqueda de ayuda a estas madres y sus bebés. Buprenorfina, un agonista de receptores mu y antagonista de receptores kappa, es efectivo para tratar la dependencia a opioides. El uso de esta droga disminuye el riesgo de sobredosis. Los estudios realizados por Jones et al. demostraron que el uso de buprenorfina durante el embarazo disminuye la severidad de NAS en los recién nacidos, en comparación con metadona, y su estadía en el hospital para el tratamiento fue significativamente menor debido a que éstos requerían menor cantidad de morfina en su tratamiento. Sin embargo, no se encontraron diferencias significativas en el tamaño del bebé, la circunferencia de sus cabezas y la cantidad de bebés que nacían con NAS.
Como dato interesante, en un estudio se encontró que la lactancia, adicional al tratamiento para el NAS, contribuía a la reducción del tiempo que el infante estaba recluído en el hospital (Pritham et. al., 2012).
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Jansson, L. M., Velez, M., & Harrow, C. (2009). The opioid exposed newborn: assessment and pharmacologic management. Journal of opioid management,5(1), 47.
Jones, H. E., Kaltenbach, K., Heil, S. H., Stine, S. M., Coyle, M. G., Arria, A. M., O’Grady, K. E., Selby, P., Martin P. R. & Fischer, G. (2010). Neonatal abstinence syndrome after methadone or buprenorphine exposure. New England Journal of Medicine, 363(24), 23202331.
Keegan, J., Parva, M., Finnegan, M., Gerson, A., & Belden, M. (2010). Addiction in pregnancy.Journal of Addictive Diseases, 29(2), 175191.
Meyer, J. S., & Quenzer, L. F. (2013). Psychopharmacology: drugs, the brain, and behavior (2nd ed.). Sunderland, Mass.: Sinauer Associates.
Pritham,
U. A., Paul, J. A. and Hayes, M. J. (2012), Opioid Dependency in Pregnancy and
Length of Stay for Neonatal Abstinence Syndrome. Journal of Obstetric,
Gynecologic, & Neonatal Nursing, 41: 180–190.